En el corazón de la Laponia sueca

30 de diciembre de 2011
Una pareja de lapones con su traje típico danza en el andén principal de la estación de Kiruna ante el monumento a los obreros que construyeron el ferrocarril de las minas (Malmbanan)

Kiruna, con poco más de 23.000 habitantes, es la mayor ciudad de la Laponia sueca y, aparte de que se está hundiendo por el intenso trabajo de perforación del subsuelo para extraer la magnetita, es un centro de espectacular desarrollo ferroviario, relacionado con el transporte de mineral de hierro.



En 1902 se completó la línea ferroviaria que discurre desde Luleå, en el Golfo de Botnia, y Narvik, en Noruega, con la sección entre esta ciudad y Kiruna. A partir de entonces un intenso tráfico ferroviario noche y día durante todo el año, se encarga de trasladar a los dos puertos extremos de la línea el preciado mineral. Potentes locomotoras, las de mayor potencia que circulan actualmente en Europa, arrastran los trenes más largos y pesados del continente en un ir y venir con una línea de vía única exprimida hasta el límite de la infraestructura.
Para hacerlo posible, los administradores de la infraestructura ferroviaria de Suecia y Noruega, han dotado a la línea de puestos de adelantamiento, en ocasiones hasta de tres vías, con longitudes de 1 km, al objeto de que los trenes cargados puedan cruzarse con los vacíos y todos ellos con los de viajeros y los de mercancías generales.


No se interrumpe la circulación ni en las épocas climatológicas más duras en las que las nieves cubren abundantemente este paisaje lapón. En el gráfico adjunto puede verse la malla de trenes diarios desde la cuenca minera hasta los puertos de embarque del mineral (más detalles en el artículo publicado en "Vía Libre" de Noviembre de 2010).


Vías de formación de los trenes mineros en Kiruna. Al fondo montaña de ganga del mineral a orillas del lago Luossajärvi.

A pesar de las bajas temperaturas que se registran en esta región sueca durante los inviernos, el tráfico ferroviario nunca se interrumpe y, además de los trenes mineros, es posible llegar en ferrocarril desde Estocolmo hasta Kiruna en un tren expreso diario.

Tendremos ocasión de contemplar estos mismos paisajes en las peores condiciones climatológicas para verificarlo.