"InterRail" a principios del s. XX y otras curiosidades

20 de enero de 2012

En 1972, para conmemorar el 50 aniversario de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC), se creó el InterRail, como forma rápida y barata para que los jóvenes hasta 21 años (en la etapa inaugural), pudieran recorrer hasta 21 países europeos, con un descuento hasta del 50% en los precios ordinarios de 2ª clase. Progresivamente las edades de los viajeros, trayectos y descuentos del InterRail se fueron ampliando hasta convertirse hoy en uno de los más populares medios de recorrer Europa, ahorrando en hoteles (se duerme por la noche en el tren, si se desea) y conviviendo con personas de muy diversas lenguas, nacionalidades y formas de pensar, que cristalizan luego en no pocas amistades. Junto con el programa "Erasmus" se ha convertido en la principal forma de que los jóvenes amplíen sus horizontes geográficos e intelectuales.



Pero InterRail no fue una manera novedosa de hacer turismo ferroviario en Europa pues desde finales del s. XIX y, ya de una manera organizada, en el primer cuarto del s. XX, las compañías ferroviarias europeas pusieron a disposición de los viajeros, una interesante forma de viajar en tren que recuerda bastante al moderno InterRail.

Esa forma de hacer turismo con el tren en aquellos años, se denominó en España "billete circular", pero su área geográfica de aplicación no fue únicamente la de nuestras fronteras nacionales sino que se extendió a Portugal, Francia, Italia e incluso Argelia, a donde obviamente había que llegar primero en barco .

De una de las guías ferroviarios de principios del s. XX (de la "Compañía del Norte") he rescatado toda esa documentación, que inserto completa por su indudable interés histórico y ferroviario.

El mapa que abre estas líneas es la guía de los itinerarios para la aplicación de las distancias. El programa detallado de precios, condiciones y posibles itinerarios va a continuación.







En páginas siguientes, inserta la guía condiciones para los billetes adicionales de prolongación de itinerarios y de billetes circulares con origen en España pero destino a otros países europeos y Argelia.

Los itinerarios prefijados, que se reproducen en las páginas anteriores, van desde 60 a 120 días y recorridos desde 1.521 a 3.455 km. Sin embargo, los billetes adicionales de prolongación permitían distancias mucho mayores, como se puede comprobar en la tarifa aplicable que se recoge antes.

Esta iniciativa, lejos de resultar excepcional promovió un amplio uso del ferrocarril para fines turísticos y ello contribuyó a desarrollar una importante industria hotelera en todas las ciudades con ferrocarril, hoteles que se situaron inicialmente en las proximidades de las estaciones.

Hasta tal punto fue importante la creación de esos establecimientos -como complemento de las fondas y cantinas de las propias estaciones- que las propias guías insertaban publicidad de ellos, incluyendo los servicios disponibles para los huéspedes, avisos que hoy resultarían ridículos por elementales, pero que entonces resultaban de auténtica novedad.

Reproduzco unas páginas de anuncios de esos establecimientos procedentes de una guía española y de otra francesa para regocijo de los lectores del blog.

En el anuncio del "Gran Hotel Norte y Londres" de Burgos que aparece ahí arriba se ofrece también a los huéspedes el servicio de "cámara obscura". La finalidad de esta curiosa utilidad era que los viajeros de entonces pudieran revelar sus fotografías tomadas en el curso del viaje, para poder luego enseñarlas a los familiares o, incluso, ilustrar con ellas las crónicas de viaje en las revistas y periódicos de la época. El hotel mencionado existe actualmente con el mismo nombre pero ya no ofrece "cámara obscura" que sería inútil, pues las fotos se toman y se pueden ver a continuación sin más trámites.




En aquellos años, publicitar que el hotel tenía electricidad, calefacción, salas de baño (que no estaban situadas en las habitaciones) o que desde ellos se podía llamar por teléfono resultaría ahora curioso, cuando entre los servicios de los hoteles se ofrece ahora wifi gratuita, desayuno buffet, o tal vez un jacuzzi, sauna y gimnasio, pero lo que permanece hasta nuestros días es la oferta de proximidad a las estaciones (también a los aeropuertos), como señal de que tras un largo o corto viaje, el viajero busca la tranquilidad y comodidad, algo de lo que los actuales usuarios de InterRail prescinden para poder ir a la mayor parte de países en el menor tiempo posible.