Ferrocarril en Berlín (y II): 2009, el esplendor ferroviario

3 de junio de 2012
La nueva estación central de Berlín, orgullo de la renovada capital alemana, en una foto de 2009, cuando se celebraba el vigésimo aniversario de la caída del muro, año en que volví a la ciudad.

Anochecido el día 9 de noviembre de 1989, tras un día convulso en la República Democrática Alemana (RDA), el muro comenzó a resquebrajarse físicamente y ya en la madrugada del día siguiente, los ciudadanos de la RDA amotinados sobre el propio muro, abrían los primeros boquetes que se simultanearon con una ingente muchedumbre agolpada en los puestos de control pasando al Berlín Occidental sin mostrar documento alguno.



A partir de ese momento se sucederían de forma meteórica los acontecimientos que en pocos años derivaron en la reunificación de Alemania, el traslado de la capital a Berlín, la reconstrucción de la ciudad en la parte que había quedado arrasada por la construcción del muro y, desde el punto de vista ferroviario, la fusión de las dos compañías ferroviarias anteriores: la de la Alemania Federal, denominada Deutsche Bundesbahn, y la de la Alemania del Este, denominada Deutsche Reichsbahn. El ferrocarril de Berlín Occidental se integra también en la nueva compañía resultante, Deutsche Bahn, más conocida por sus siglas DB.

El derribo del muro no fue total porque una sección de más de 1300 metros, en la calle Mühlenstrasse, precisamente en el tramo que va desde la Ostbahnhof hasta el puente sobre el Spree, se ha conservado y hoy es una especie de galería de murales al aire libre, pintados por artistas gráficos de todo el mundo.

Mural realizado por el dibujante catalán Ignasi Blanch en un trozo del muro en la calle Mühlenstrasse.

Por lo que respecta a la configuración ferroviaria la unificación de Berlín permitió organizar sus relaciones en 4 tipos de trenes, además del Metro: las Cercanías cuya denominación en Alemania es S-Bahn (15 líneas, 332 km y 166 estaciones) y que son gestionadas por una filial de los Ferrocarriles alemanes. Los trenes regionales gestionados por la filial DB Regio que aglutinan las relaciones entre Berlín y el Land de Brandenburgo, al no tener Berlín suficiente tamaño para el despliegue de trenes regionales. A continuación, los trenes la Larga Distancia, que desde Berlín llegan a todos los rincones de Alemania y que son fundamentalmente trenes autopropulsados de alta velocidad (ICE), aunque a Berlín no llega ninguna línea por donde pueda circularse a velocidad superior a 200 km/h. Por último, los trenes internacionales que unen Berlín con muchos países europeos: Francia, Dinamarca, Suiza, Austria, Polonia, Rusia, etc.


Tren ICE de los Ferrocarriles alemanes en la estación central de Berlín.

En la nueva organización ferroviaria de la ciudad se potenciaron los ejes horizontal y vertical así como el ferrocarril de circunvalación. De este forma, el aspecto del mapa ferroviario de Cercanías de Berlín es el de un círculo cruzado por dos ejes: uno norte-sur y otro este-oeste. Ese mapa puede descargarse en este enlace. La intercepción de esa cruz para los trenes de Cercanías (S-Bahn) se efectúa en la estación de Friedrichstrasse, mientras que para los regionales y Larga Distancia lo hace algo más al oeste de esa estación, en la nueva estación central de Berlín, inaugurada en mayo de 2006, por donde cada día pasan 1200 trenes entre sus dos niveles.

El desarrrollo de la red regional Berlín-Brandenburgo se puede observar en este mapa interactivo, configurable a diversas escalas.





Tren regional en la estación Alexanderplatz, situada en la parte oriental del eje transversal. Esa estación tiene la particularidad de estar situada junto a la famosa torre de televisión Fernsehturm construida por el gobierno de Alemania del Este en 1969 para poder difundir en Berlín Occidental las señales de la televisión comunista.

Actualmente la torre tiene una altura de 368 metros ya que se instaló en ella una antena de TV más alta que la inicial. También hay arriba un mirador y un restaurante giratorio. Desde lo alto  se puede observar un panorama impresionante de todo Berlín y sus alrededores.

Una curiosa anécdota de esa torre es que cuando el sol se refleja en los cristales de la bola se forma una especie de cruz luminosa a la que los berlineses acabaron llamando Rache des Papstes ("la revancha del Papa") porque cuando se inauguró, la Constitución de la Alemania Oriental proclamaba el ateísmo.

Precisamente, en 2009, cuando estuve en Berlín e hice una parte de las fotos de esta entrada, circulaban todavía en Alemania los trenes nocturnos fabricados por la compañía española Talgo y que durante bastantes años hicieron servicios de tren hotel entre Munich y Berlín y Munich y Hamburgo.


En esta foto se ve el Talgo nocturno procedente de Munich en la estación central de Berlín, a su llegada a primera hora de la mañana.

Pocos meses después esos trenes fueron retirados de la circulación y sustituidos por coches convencionales.

No obstante, Talgo sigue estando presente en Alemania ya que se están realizando pruebas para un tren directo Berlín-Moscú que acortaría notablemente el tiempo de trayecto en relación con los trenes rusos que actualmente realizan ese recorrido al hacerse el cambio de ancho de forma automática en Brest (Bielorrusia) sin necesidad de cambiar los bogies a los coches, como actualmente.


En la anterior entrada sobre Berlín de 1965 me referí a los coches Trabant que circulaban por la parte oriental de la ciudad y que constituían casi el único exponente de la motorización privada.

Muchos de esos coches se han conservado como reliquia del pasado y ahora se alquilan a los turistas, como coches sin conductor. En la foto, uno de ellos con su nombre popular "Trabi" con el que eran conocidos por la población.

No es infrecuente verlos ahora circular por Berlín con turistas en su interior y a paso lento, ya que el motor de que están dotados no permite muchas alegrías.

Una visita detenida a los alrededores de Berlín no puede omitir la de Spandau, localidad situada al Oeste de la capital y que fue, como recordamos, uno de los puntos de control entre Berlín Occidental y la Alemania Oriental. Por este motivo su estación estaba fuertemente vigilada y sólo se permitía el paso por ahí de los ciudadanos autorizados.


Hoy su estación, totalmente restaurada, es el límite occidental de los trenes de Cercanías (S-Bahn) del núcleo de Berlín.

A poca distancia del aeropuerto de Tegel, la localidad es muy agradable para hacer excursiones por sus grandes zonas arboladas y parques, lo mismo que la zona de Wannsee, hasta donde también se llega en tren de Cercanías y que era antiguamente frontera entre Berlín Occidental y la zona comunista.

En la estación de Wannsee se forman los trenes nocturnos con vagones especiales para transportar los coches. Uno de esos trenes llega en verano hasta Narbona, cerca de la frontera con España.




Formación de un tren autoexpreso en la estación de Berlín-Wannsee, tipo de circulación que en España se ha perdido totalmente.

He mencionado el aeropuerto de Tegel, situado al noroeste de Berlín, pero la capital alemana posee otro importante aeropuerto internacional, el de Schönefeld, que está unido por tren especial lanzadera con la estación central en 28 minutos. En pocos meses, ambos aeropuertos van a ser sustituidos por el nuevo aeropuerto de Berlín, situado al sur de Schönefeld, con una nueva y más amplia terminal.


Tren lanzadera al aeropuerto de Schönefeld

Berlín es una ciudad que puede recorrerse a pie en la zona central o bien realizar una ruta turística en barco a través del Spree y de los canales.


En esta foto vemos uno de esos canales que en el pasado formaban parte de la división entre ambas zonas de Berlín y que ahora permiten un agradable paseo por la ciudad. Al fondo vemos el antiguo edificio ya restaurado del Reichstag con su cúpula de cristal por cuyo interior discurre una escalera circular visitable.

Uno de esos paseos puede llevarnos por el Spree hasta el Oberbaumbrücke, puente del siglo XVIII que fue también frontera entre las dos partes de Berlín y lugar de paso. Sus dos torres, a uno y otro lado del vano central, son de una gran belleza arquitectónica. Precisamente hasta ese puente llega el trozo de muro de más de 1300 metros de longitud que se ha conservado y que podemos ver yendo en tren hasta la Ostbahnhof.





Vista del Spree desde los ventanales del Oberbaumbrücke, cubierto todo él ya que el metro pasa por encima de los peatones.

Si no queremos andar demasiado, podemos utilizar también el Metro (U-Bahn) en los desplazamientos. Una red de 10 líneas, conectada con las Cercanías de Berlín, con las que comparte también billete, nos transporta rápidamente de un lado a otro.


Esta es la estación de Warschauer Strasse, de la U1, la primera línea que 1902 se construyó en Berlín y que es la que pasa sobre el Oberbaumbrücke.

Los trenes del metro berlinés tiene color amarillo limón y son espaciosos por dentro.

En algunas de sus estaciones podemos seguir la historia de Berlín ya que aparecen en sus paredes fotos y grabados de la época de la división con el aspecto que tenían entonces las principales estaciones ferroviarias.

Pero aconsejo calzarse de forma cómoda y patearse Berlín de un lado a otro. Sólo de esta forma podemos disfrutar de sus amplias avenidas y recoger instantáneas como las de esta foto en la que se conjuga la solemnidad de la catedral de Berlín, situada junto a la Isla de los Museos, con el aspecto futurista de la torre de la televisión.


Siempre que puedo acudo a esa gran ciudad alemana, aunque sea de paso y fundamentalmente en tren. Para no perderme nada, suelo hospedarme en un hotel situado junto a la estación de Friedrichstrasse desde el que se tienen vistas como la que está debajo.


Y Berlín es una ciudad acogedora en la que hay vida a todas horas, con profusión de espectáculos, conciertos, zonas de esparcimiento al aire libre, bullicio y cerveza, a veces, en feria especial como la que se organiza en el mes de agosto con la fiesta de la cerveza de Berlín, que ocupa una de las grandes avenidas, llenas de bares para beber todo lo que el cuerpo aguante.

Las compañías aéreas de bajo coste han puesto a a esa ciudad a un coste de traslado francamente bajo, por lo que ir desde España hasta allá está alcance de todas las economías y hay alojamientos de todos los precios, hasta albergues juveniles al alcance de los bolsillos estudiantiles. Todo el mundo es ahí bienvenido y la barrera del idioma no es una dificultad porque los berlineses hablan también inglés y se encuentra por todas partes a gente que habla también español.



La puerta de Brandenburgo con su iluminación nocturna.

Información turística sobre Berlín: Portal oficial en castellano