Sevilla-Sierra Norte: el ferrocarril de los contrastes

31 de julio de 2012
Señalización a la salida de la estación de Guadalcanal donde avisa que hasta Zafra (unos 66 km) los trenes de viajeros no podrán superar los 60 km/h, ya que aquí acaba -por ahora- la renovación de vía

La Sierra Norte sevillana es una de las comarcas de mayor contraste en la provincia de Sevilla. Durante la canícula, y en las zonas más bajas, el calor aprieta como en toda esta provincia andaluza, pero cuando llega el invierno más crudo no sólo las montañas sino también las poblaciones se cubren de un manto de nieve que dificulta la circulación pero embellece el paisaje.



Por orden alfabético, las localidades que están diseminadas en esa comarca son Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto. Para ir en tren hasta tan interesante paisaje podemos hacerlos en Cercanías, tomando la C-3 del Núcleo de Cercanías de Sevilla, cuyos trenes nos llevarán hasta la estación término de Cazalla-Constantina. Desgraciadamente sólo El Pedroso tiene también estación. Para visitar el resto de las poblaciones debemos buscar otro medio de transporte.


Durante casi 30 kilómetros, los trenes de la C-3 comparten las mismas vías electrificadas de la línea entre Sevilla y Córdoba pero a escasos metros de la estación de Los Rosales, hay un desvío donde comienza una línea no electrificada que conecta Andalucía con Extremadura. Y lo primero que se encuentra uno es esta atrevida visera de hormigón para resguardo de los viajeros que en Los Rosales quieran tomar el tren por la línea de la Sierra Norte. A partir de aquí y hasta Guadalcanal (ya fuera del núcleo de Cercanías de Sevilla) se han efectuado tareas de renovación de vía dejándola en buenas condiciones. La línea pertenece al Corredor Ferroviario Ruta de la Plata que comunicaba Sevilla con Gijón y que en 1985 se interrumpió con el cierre de todo los tramos entre Plasencia y La Bañeza. El tramo entre Los Rosales y Mérida fue abierto entre 1870 y 1885.


La Ruta de la Plata nunca descolló por el volumen de sus tráficos excepto durante la Guerra Civil española en que todo los trenes que comunicaban el norte y el sur de España se desviaron por ahí al estar Madrid en manos del Ejército Republicano.


Como dato curioso en algunas ocasiones en las que se interrumpía el ferrocarril en Despeñaperros por accidentes o desplomes de rocas sobre la vía, los trenes de viajeros entre Madrid y Sevilla eran desviados por aquí lo que producía un espectáculo insólito de ver expresos o rápidos remolcados por locomotoras de vapor transitar a muy baja velocidad por las condiciones de la vía a través de la Sierra Norte de Sevilla. En un par de ocasiones hice sendos viajes entre Madrid y Cádiz por esta línea a causa del cierre de Despeñaperros.

Vía renovada en este trayecto con material de segundo uso (levantado de otras zonas) que da cierta comodidad al viaje.

Las rampas son fuertes porque la altitud de la línea, que en Los Rosales es de 31 metros, llega hasta los 715 en la estación de Guadalcanal, el punto más elevado. Desde allí va descendiendo suavemente en territorio extremeño y Zafra está ya a 514 metros.

Estación de El Pedroso, la puerta de la Sierra Norte

Antaño, la economía de buena parte de esta comarca se basó en las explotaciones mineras de los metales más diversos: hierro, plata, oro, plomo, cobre, etc., y los yacimientos de carbón también en Villanueva del Río modificaron el nombre de la estación ferroviaria de esa localidad para añadirle la palabra "Minas". Esta localidad fue la que aportó el mayor volumen de tráfico y la línea. Pero de todo ello no quedan más que edificaciones derruidas o contadas instalaciones preservadas que se van localizando a lo largo del trazado ferroviario. En el enlace de este mismo párrafo se hace historia de las explotaciones mineras desde la más remota antigüedad hasta el siglo XX, en el que dejaron de explotarse.

Instalación minera en las proximidades del Villanueva del Río

Una de las localidades con mayor riqueza minera fue Guadalcanal, en la que se explotaron minas de plata, entre otros minerales. Hoy su estación permanece solitaria y un único tren por sentido, que enlaza Sevilla con Mérida, para en sus deshabitados andenes.


En la mitad del andén principal vemos una señal negra con la "C" en blanco símbolo de que la estación está cerrada, a pesar de la robustez del edificio y de los paneles solares que le proporcionan iluminación nocturna. Todo por aquí es silencio sólo turbado por el canto de las chicharras cuando el calor aprieta.

De la importancia que el transporte minero tuvo en los comienzos de este ferrocarril, da idea alguna de las infraestructuras que se levantaron para salvar las diferencias de cota en el terreno. La más espectacular de ellas es el viaducto sobre el Huéznar, en Villanueva del Río que, con sus 158 metros de hormigón, atraviesa el cauce de este río.


Aguas abajo otro viaducto, este vez metálico, atraviesa el Guadalquivir con sus 254 metros y vigas tipo Pratt que abrazan un tramo central de viga parabólica de celosía.

Aún desde la vía podemos apreciar esta curiosa edificación minera junto al castillete con el que se extraían los minerales desde las profundidades de la tierra.


Estación de Villanueva del Río Minas

Sin duda la reina de la Sierra Norte sevillana es la localidad de Constantina, con algo menos de 7.000 habitantes, pero con una riqueza arquitectónica incrustada en el paisaje que merece la pena visitar.

Vista de Constantina desde el Castillo

Una curiosidad que hay en las inmediaciones de Constantina son los Pozos de la Nieve edificados a finales del siglo XVII para abastecer de hielo a la localidad. Restaurada la edificación en estos años atrás, hoy alberga unos alojamientos turísticos, que han puesto en valor lo que en otro tiempo fue una auténtica fábrica natural de hielo a partir de la nieve que caía -y sigue cayendo- en el invierno.

Es espectacular la fauna que se ve por toda esta comarca y las numerosas especies de aves. Quizá para proteger todo esta riqueza aún se conserva este curioso cartel cerámico, que reproduce una Ley de 1890.


Desgraciadamente el ferrocarril no llega a todas partes en la Sierra Norte sevillana e incluso algunas de las estaciones se encuentran muy apartadas de la localidades que le dan nombre. Cualquier intento de visitar la comarca en profundidad requiere del coche pero también hay audaces que lo intentan con bicicletas de montaña por las numerosas pistas que comunican las diversas localidades. Aquí dejo esta propuesta de excursión que puede hacerse tanto en verano para huir del calor de Sevilla, como en invierno para ver el paisaje teñido del blanco inmaculado de la nieve.