Viajes póstumos en tren: la última "Batalla de Inglaterra" de Sir Winston Churchill

3 de junio de 2013

Sir Winston Churchill hablando con el general Eisenhower en los días previos a la invasión del Continente europeo por los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. De fondo de la foto un coche del tren que utilizaba Churchill


Hace algunas semanas escribí sobre el espectacular entierro ferroviario de Abraham Lincoln, cuyo cadáver fue paseado en un tren por gran parte de los Estados Unidos. Hoy me voy a referir a otro ilustre político de este lado del Océano cuyo entierro, revestido de gran solemnidad, tuvo también al ferrocarril como medio de transporte: Sir Winston Churchill.

El que fuera primer ministro del Reino Unido por dos veces, nació en 1874 y falleció en 1965. Este polifacético político inglés, que llegó a recibir el Premio Nobel de Literatura, sirvió a su país como primer ministro en dos periodos: de 1940 a 1945 -que abarcó la Segunda Guerra Mundial- y, nuevamente, de 1951 a 1955. Su muerte le sobrevino a la edad de 90 años, en su domicilio de Londres de Hyde Park Gate. Fue enterrado en Bladon, al norte de Oxford, a unos 80 km de Londres, traslado que se hizo en un tren especial.

Durante su vida política como primer ministro de la Corona inglesa, sir Winston Churchill tuvo a su disposición un tren proporcionado y mantenido por la compañía ferroviaria London, Midland & Scottish Railway, cuyo salón que fue escenario de múltiples reuniones políticas podemos ver en esta histórica foto de 1945(1) (Licencia Creative Commons).


En este tren realizó múltiples viajes por todo el Reino Unido, y también para ver a las tropas durante la Segunda Guerra Mundial, en los preparativos para la invasión del Continente por Normandía, en compañía del general Eisenhower, como recoge la fotografía que encabeza esta entrada.

Amante del ferrocarril, Churchill lo usó también en numerosos viajes a otros países. Uno de sus biógrafos da cuenta de la reunión que mantuvo a bordo de un tren con el gabinete ministerial turco en la localidad de Adana, en enero de 1943, para solicitar que Turquía declarase la guerra a Alemania(2). En un viaje del político inglés a los Estados Unidos, en 1946, terminada ya la Segunda Guerra Mundial, es famosa la fotografía en la que posa, en el coche de cola de un tren, con el presidente Truman, haciendo la señal de la victoria con la mano derecha.


A tan destacado personaje no le iban a faltar unas exequias de Estado en la catedral de St Paul de Londres a las que siguió el traslado en ferrocarril de su restos mortales hasta la última morada. Este traslado se hizo desde la estación londinense de Waterloo, que vemos en esta foto (Licencia Creative Commons). Desde la catedral, el féretro fue trasladado en solemne comitiva hasta la Torre de Londres desde donde cruzó en barco el Támesis hasta la estación de Waterloo.


El tren fúnebre fue remolcado por una locomotora de vapor de la clase "Battle of Britain" (110 unidades), cuya denominación rememora la batalla que en la Segunda Guerra Mundial tuvo como protagonista a Sir Winston Churchill en su cargo de Primer Ministro. Esa locomotora -la nº 34051- recibió el nombre de "Winston Churchill"


Este es el momento en que soldados del Regimiento Real de Caballería de Húsares Irlandeses de la Reina introducen el féretro en el furgón del tren fúnebre en la estación de Waterloo para su traslado a Oxfordshire. El sepelio, en el panteón familiar de la localidad de Bladon, se celebró en la intimidad con la sola asistencia de su familia, el 30 de enero de 1965.


El tren -que vemos al paso por Clapham Junction en esta fotografía de Ben Brooksbank (Licencia Creative Commons)- partió de la estación de Waterloo por la Windsor Line hacia Handborough y Oxford vía Reading South, remolcado por la locomotora 34051, actualmente preservada en el Museo Ferroviario Nacional en York.

Si corto fue el viaje fúnebre de los restos mortales de sir Winston Churchill en tren, largo fue el del furgón donde fueron trasladados, ya que éste acabó en los Estados Unidos. Ese mismo año el industrial norteamericano Darius Johnson lo compró por 980 dólares y lo trasladó posteriormente a su país. La adquisición fue efectuada por este ciudadano norteamericano para evitar que fuese subastado como chatarra. Hasta 1979 estuvo en un almacén pero desde ese año se exhibió en un Club de Golf.

Mientras tanto, una asociación privada ferroviaria sin ánimo de lucro desarrolló una intensa actividad para adquirir el furgón y que éste volviese al Reino Unido, lo que consiguió en octubre de 2007.


Aquí vemos el furgón a su llegada al puerto de Southampton, el 3 de octubre de 2007, cuando era ya cargado en un trailer para su traslado.

El furgón, una vez restaurado, formará parte del parque de coches y vagones del Swanage Railway, en sus trenes históricos.

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(1) National Railway Museum. Reino Unido

(2)  Winston S Churchill. Sir Martin John Gilbert. 1971-2012.