Vitkovice, pasado y presente industrial y ferroviario

8 de julio de 2013

Unos días en Ostrava no pueden pasar por alto la visita al impresionante complejo siderúrgico e industrial convertido en enorme museo, que llegó a tener cientos de kilómetros de vías férreas, y proveyó de acero de alta calidad y equipos a muchos fabricantes de locomotoras de toda Europa, además de carriles para la extensión de las vías férreas. Ese complejo industrial es el de Vitkovice, transformado hoy en parte en una moderna factoría y un fabricante, entre otros muchos productos, de locomotoras y que adenás es operador ferroviario de mercancías. En su historia fue el primer proveedor de material ferroviario para la línea del Norte del Imperio Austro-húngaro. Hoy aún sigue ofertando tecnología relacionada, entre otros, con el campo ferroviario.

Este dibujo recoge el aspecto que históricamente tuvo el complejo de Vitkovice en Ostrava, cuando sus altos hornos estaban en plena producción. La más alta de esas chimeneas se alzaba hasta casi los 70 metros de altura. Fue en 1830 cuando se encendió el primer alto horno de esa factoría. En el dibujo vemos ya los trenes circulando alrededor del complejo.


Y este es el aspecto que tienen ahora las antiguas instalaciones, con el hierro de sus enormes tuberías oxidado por el paso del tiempo, las chimeneas calladas, mientras en zona muy próxima se ha alzado el complejo moderno de Vitkovice con un aspecto más funcional pero altamente productivo.

En la oferta turística que posee Ostrava en sus webs y publicaciones se incluye la visita a este área de arqueología industrial y son miles las personas que acceden a ella, abiertas para el turismo los siete días de la semana. Un completo equipo de guías y animadores acompañan a los visitantes, bien en visitas individuales al área de exhibición o en grupos para adentrarse en las entrañas de toda esa maquinaria que ahí vemos. Y allá me fui a palpar cómo fue el pasado y es ahora el presente de unas instalaciones que ofrecieron mucho en el desarrollo ferroviario de toda esa zona geográfica europea.

Esta cartografía de julio de 1999 -que no es posible fotografiar con mayor calidad- muestra el enorme desarrollo de la red ferroviaria en torno al complejo industrial. Diez años antes las minas subterráneas de carbón, que tenían horadado el subsuelo de Ostrava, se habían cerrado y la actividad industrial de la capital de Moravia-Silesia se concentró aún más en la factoría siderúrgica. De ese pasado minero son hoy testigos mudos algunos castilletes instalados en pleno centro de la ciudad.


Sin embargo, el cambio tecnológico que se estaba operando en el sector siderúrgico, forzaron también a la construcción de una nueva zona industrial, dejando abandonada la histórica que ha pasado recientemente a ser objeto de turismo. Para entonces, la acería de Vitkovice exportaba sus productos a todos los continentes y sus elementos técnicos incorporados en miles de locomotoras de todo el mundo.


Entre las muchas curiosidad que brinda la exposición de Vitkovice encontré este panel de la dinastía familiar checa de los Ringhoffer. Las instalaciones industriales de esta familia llegaron a ser de los primeros fabricantes de automóviles del mundo con su modelo "Tatra". También fabricaron miles de vagones de ferrocarril.


Por eso se ha reservado una zona de la exposición a esos automóviles y a los de Skoda -que vemos en la foto- y que se construyeron con aceros de Vitkovice. Hoy Skoda es un potente constructor, entre otros productos, de material ferroviario y prácticamente el único suministrador de locomotoras y trenes autopropulsados de los Ferrocarriles estatales checos.


Son muchos los paneles informativos de la exposición que muestran la historia del ferrocarril y la aportación de la siderúrgica en este proceso con raíles, aceros de alta calidad para puentes ferroviarios o componentes de locomotoras.


Es sólo un par de muestras de esa ingente tarea exportadora desde la ciudad de Ostrava.


Aquí vemos también un enclavamiento mecánico de fabricación propia que fue instalado en muy diversas estaciones y aún se siguen utilizando para enrutar a los trenes a través de desvíos múltiples.


En esta parte ferroviaria del pabellón, uno de los elementos que más llama la atención de los chavales es el frontal de una locomotora, que encierra en su interior este simulador de conducción, totalmente operativo. Hacen cola para conducir un tren en las más variadas situaciones de explotación. Este sistema, de variados fabricantes, lo tienen incorporado muchos ferrocarriles de todo el mundo, para la formación de los maquinistas.


En la zona exterior de la factoría llama la atención un tren de transporte de arrabio en vagones adaptados, debido a la altísima temperatura del material que va en su interior. En la primera foto de esta entrada otro detalle de ese tren.

Pero la actividad ferroviaria de Vitkovice está lejos de haber terminado. Además de fabricante de locomotoras, hoy es también un operador ferroviario de mercancías.



Un interesantísimo paseo -en suma- por el pasado y el presente de un fabricante que que tuvo una gran importancia en el desarrollo del ferrocarril desde sus inicios.