Viajamos en el tren de Flåm visitando paisajes Patrimonio de la Humanidad

8 de febrero de 2017

Viajar en el Ferrocarril de Flåm es algo que ningún turista que vaya a Noruega debe perderse y para los aficionados ferroviarios es un tren de culto en el que alguna vez en la vida hay que viajar. Ayer lo hemos hecho en un trayecto de ida y vuelta desde Oslo en el día. Aunque la literatura y las fotos difícilmente pueden transmitir la experiencia de ese viaje en directo, nos hemos atrevido a contarlo con imágenes que nunca son tan expresivas como la propia vivencia del viaje. Se anunciaba un día gélido con sensación térmica en Myrdal de -33º. No importaba porque el frío se combate mejor que el calor. Además, el paisaje invernal da un toque peculiar a la orografía Noruega. Esto que sigue fue nuestro viaje, que llegaba hasta la estación de Flåm cuyo aspecto y el del tren vemos en la foto de arriba.

Los Ferrocarriles noruegos, expertos en hacer circular a los trenes en la climatología más adversa, ponen a disposición de los viajeros un billete combinado para ir y volver en el día utilizando un tren de la línea de Bergen (Bergensbanen) hasta la estación de Myrdal, donde se enlaza con el ferrocarril de Flåm. La partida desde Oslo es a la 8:25 de la mañana. Estábamos a unos 10º bajo cero en la ciudad.


Vestíbulo de la estación central de Oslo poco antes de las 8 de la mañana


Poco antes de la hora de salida apareció la composición del tren a Bergen. Una ligera nevada caía sobre el andén por lo que la mayor parte de los viajeros habían buscado refugio en la rampa de bajada cuya puerta de acceso al andén corta el frío del clima invernal. Este tren, así como el de Flåm, utiliza potentes locomotoras eléctricas de ABB/SLM/Strømmen, fabricadas en 1996, y de las que los Ferrocarriles noruegos tienen 22 unidades. Antes su librea era roja, en consonancia con los coches, pero en estos últimos años lucen una nueva decoración. Su velocidad máxima es de 200 km/h pero los coches sólo están homologados a 160.

Hasta Myrdal, que está en el km 374, el tiempo de trayecto es de poco más de cuatro horas y media y en el tramo inicial se pasa bajo todo Oslo en túnel. Hasta Drammen (km 52) nuestro tren se cruza con muchas unidades autopropulsadas de las cercanías de Oslo que a esa hora de la mañana tienen un alta demanda.


Estación de Asker con un tren de Cercanías entrando en otra de las vías, tal como lo veíamos desde nuestro tren

A partir de Drammen nuestro tren comienza una lenta subida que tendrá su punto máximo en la estación de Finse (km 336) con una altitud de 1.222 metros. La excelente atención de los viajeros en los trenes noruegos permite conocer muchos datos ya que la altitud y la temperatura ambiente aparecen con caracteres grandes en las pantallas de los coches. Además, el interventor o el maquinista van dando constantes informaciones, incluso turísticas, que permiten a los viajeros estar muy al tanto de todo. En una de las paradas no comerciales, el maquinista informaba que la detención del tren se debía a que, al ser vía única, debíamos esperar el cruce con otro tren en sentido contrario. Todo un detalle que en España echamos muy de menos por la horrorosa información habitual a bordo de los trenes.

A medida que nuestro tren ganaba altitud el paisaje se tornaba más helado con lagos congelados totalmente y la nieve cubriéndolo todo.


Los distintos coches del tren iban bastante llenos de viajeros, algunos de ellos con esquíes y otros que -luego lo comprobamos- se dirigían a tomar el tren de Flåm. Aprovechamos para darnos una vuelta hasta la cafetería.


Tanto en Suecia como en Noruega el coche cafetería de los trenes (Kafé, en Noruega) nada tiene que ver con el que llevan los trenes de Larga Distancia en España o Francia. Están muy bien surtidas y su precio es moderado comparado con el nivel de precios en esos países nórdicos. Se pueden tomar platos fríos o calientes variados y apetitosos. Como en Noruega se come a las 12, elegimos un suculento bocadillo de gambas con ensalada y huevo duro, muy jugoso. Los bocadillos que se sirven en los trenes españoles están secos y ni siquiera calentándolos mejoran porque el pan que lleva es bastante malo, nada comparado con los bocadillos de aquí.




Nuestro tren subía y los sucesivos lagos aparecían tal como vemos en estas fotos. El espesor de la capa de nieve era cada vez mayor. Cuando nuestro tren paraba en las estaciones podíamos ver algunas máquinas quitanieves estacionadas. La locomotora de nuestro tren llevaba una cuña para retirar la nieve pero no parecía hacer falta ya que la vía estaba bastante limpia. No obstante, al paso del tren se levantaba una nube de polvo de nieve cuando ésta se encontraba próxima a las vías.




Las estaciones del trayecto en esta zona son todas de madera pintadas en amarillo o en rojo. Estas que vemos son las de Nesbyen (km 200) y la de Geilo (km 287). Los andenes ya ni siquiera estaban limpios porque la nieve cae constantemente. Hay que señalar a este respecto que en los países nórdicos no se echa sal al suelo para que la nieve no se hiele sino que se esparce una gravilla muy menuda que impide resbalar cuando se hiela el suelo. En las carreteras tampoco se echa sal pues los coches deben usar neumáticos de invierno. Muchas carreteras con poco tráfico están cubiertas de nieve y los coches circulan sin problema en ellas.


En Geilo (794 metros de altitud) hay unas buenas pistas de ski por lo que fueron muchos los viajeros que se apearon del tren. Las pistas se ven desde la estación. Unos autobuses estaban junto al edificio de la estación para llevar a los esquiadores hasta las pistas.




A partir de Geilo la vegetación de coníferas, muy abundantes en el tramo anterior, fue desapareciendo y el espesor de la nieve, muy incrementado, junto a los claroscuros del día, producía estas imágenes espectaculares.


Estación de Ustaoset en el km 299 a 990 metros de altitud, pintada en color rojo



Se había despejado ya totalmente el cielo y el paisaje mostraba este aspecto cuando ya estábamos cerca de la estación de Myrdal. El lago de Klevavatn estaba así de helado.


Finalmente nuestro tren llegó a la estación de Myrdal donde debíamos cambiar al tren de Flåm. El cielo estaba radiante pero la temperatura bajísima. Gran parte de los viajeros se apearon aquí. Al otro lado del vestíbulo nos esperaba nuestro tren con coches de color verde y una locomotora igual que la que había traído el tren desde Oslo.


Tras la locomotora sólo tres coches ya que en periodo invernal se puede atender bien la demanda con las circulaciones previstas. En Flåm hay otros tres coches reservados para incrementar el número de trenes. Nuestro tren llevaba locomotora en cabeza y cola para evitar maniobras en las estaciones de término de esta línea. A día de hoy la circulación de esta línea está totalmente separada de la de Bergen, pero en el pasado llegó a haber coche cama directo desde Flåm hasta Oslo.

Desde Myrdal la línea tiene 20,2 km y la pendiente es de 55 milésimas, lo que supone que cada 18 metros se baja 1 metro. Es la línea convencional con mayor pendiente en Europa en la que se utilizan locomotoras de línea, eso sí, dotadas de 4 sistemas de frenado para evitar llegar demasiado antes al final del trayecto. Contando las estaciones de principio y fin, hay 11 en el recorrido pero ni se para en todas ni se admiten viajeros en la mayor parte de ellas. Una de las estaciones de parada (Kjosfoss) es para que los viajeros puedan admirar la enorme cascada, helada en esta época del año. Al final de este relato, incluímos más datos de interés de la línea.

La cuarta parte de la longitud total de la línea son túneles, naturales o artificiales, hasta un total de 20, que suman 5.692 metros. El más largo, denominado Nåli, tiene 1.341,50 metros. El valle Flåmsdalen, por el que transcurre la línea, es Patrimonio de la Humanidad.


A poca distancia del comienzo de la línea está el lago que suministra agua a la cascada Kjofossen a cuyos pies pasaremos poco después debido a la fuerte bajada que va haciendo el tren.

Los altavoces anunciaron que en breve el tren se va a detener cinco minutos y que los viajeros podrán apearse por el lado derecho a una plataforma situada sobre el vacío para contemplar la cascada.



Apenas cabe la composición entre los dos túneles y nadie se quedó dentro del tren porque el espectáculo de la cascada merecía la pena.


La cascada estaba totalmente congelada pero en otras épocas del año el agua baja torrencialmente desde la parte alta de la montaña.


En el viaje de vuelta en que casi todo el tren era para este viajero, pude hacer una foto de la cascada sin turistas, que quedaba mejor.


Aquí la vemos cuando la temperatura ha fundido la nieve (Foto Paul Edmundson)

No pocos viajeros aprovechan para hacerse fotos con las posturas más absurdas, en lugar de contemplar la belleza del panorama.


En esta otra foto, de publicación turística especializada, podemos ver desde las alturas al tren inmerso en el paisaje (Foto Paul Edmundson)


A requerimiento de los viajeros, la tripulación del tren, que lleva muchos años en la línea, acepta posar e incluso fotografiarse con ellos. Pronto pasan los cinco minutos, la locomotora pita, las viajeros vuelven rápidamente dentro y el tren reinicia la marcha.


Como en el transcurso del viaje hay paisaje alternativamente a izquierda o derecha, los viajeros van con sus cámaras a uno y otro lado a ver quien toma la mejor imagen.


Cuando el tren se adentra en un túnel, algo que pasa constantemente para desesperación de los viajeros, pantallas de vídeo en todos los coches muestran el paisaje que se vería de no estar el tren dentro de la montaña. Una narración y leyendas en noruego, inglés y alemán van suministrando información adicional sobre la línea.


La rápida bajada hace que las nieves vayan relegándose a las cumbres y los riscos aparezcan más descarnados.


Ahora ya se ven las primeras edificaciones de Flåm y el río que llega hasta el fiordo. El valle se ensancha cada vez más. La locución del tren indica que en estos últimos años se ha acometido la canalización del río protegiendo las márgenes.

Por la dificultad de hacer fotografías durante gran parte del trayecto a causa de los túneles, al final de la entrada hemos enlazado dos vídeos: uno tomado desde la locomotora durante todo el trayecto y otro con vistas desde uno de los coches al exterior del tren que describen muy bien el recorrido.


Llegado el tren a Flåm muchos de los viajeros que se apean llevan maletas porque aquí embarcan en ferries que hacen recorrido por el fiordo y por la costa noruega. Aprovechamos para hacer algunas fotos del material estacionado en la zona.


En la otra vía del andén está la segunda composición utilizada en temporada alta cuando en lugar de los cuatro trenes por sentido del invierno hay 10 trenes por sentido, para lo que se precisan estos otros coches. En la parte intermedia del trayecto hay una estación con dos vías que se emplea para el cruce de los trenes.

El primer año en que el tren de Flåm transportó viajeros lo usaron 51.000 personas. En la publicación que se vende en el Museo de este ferrocarril aparece una estadística que se detiene en 2012 donde 635.368 viajeros tomaron este tren. La encargada del Museo me comentó que en 2016 se había superado ya el millón de viajeros. Curiosamente, en varios momentos de la vida de este tren pensó en cerrarse la línea.


El paisaje circundante es espectacular. La localidad de Flåm está rodeada de un circo de montañas sólo cortado por el estrecho valle que surca este ferrocarril. La nieve este año aquí se ha detenido en las cumbres aunque otros años llega hasta donde está situada la estación. Al otro lado de esta vista está el puerto del fiordo hasta donde llegan los ferries y cruceros.


Apenas llegado nuestro tren, llegaba también uno de esos ferries del que desembarcaron viajeros para tomar el siguiente tren hacia Myrdal. Hay billetes combinados entre tren y ferry.


En otra de las vías de la estación está una de las locomotoras de la clase EI 17, utilizadas para la tracción de este tren desde 1998 y hasta hace poco en que fueron sustituidas por las EI 18.


No lejos está uno de los coches antiguos de este ferrocarril así como una plataforma de transporte, transformados hoy día en una cafetería que en esta época del año estaba cerrada.


La antigua estación, transformada hoy en Museo del ferrocarril de Flåm se ha sustituido por un edificio más grande que incluye un Centro de visitantes con taquillas e información de la zona.


Esta es la antigua estación, hoy Museo, de visita indispensable para todos los que quieran conocer la historia de este ferrocarril mítico. Por eso nos dirigimos hacia allí tras tomar algo de comer en el único lugar abierto del pequeño pueblo. El museo estaba abierto únicamente hasta las 4 de la tarde y es de entrada libre. Estuvimos en él hasta que cerraron viendo con detalle todo los que allí se alberga y la historia que atesora y hablando con la encargada ya que el resto de los viajeros apenas mostraron interés por él. Como el tren en el que llegamos reiniciaba viaje en sentido contrario muchos se volvieron apenas pisar tierra porque la temperatura era bajísima. Habíamos llegado aquí a las 13:55 y nuestro billete era para el tren de las 16:50 por lo que había tiempo para todo.


La principal joya en el interior del museo es ésta locomotora eléctrica de 1944 fabricada por Brown Boveri que fue la primera utilizada en este ferrocarril tras una primera corta temporada con locomotoras de vapor.


Junto a la locomotora hay una selección de los más ocurrentes sistemas de transporte empleados por los trabajadores del ferrocarril en sus desplazamientos por la línea y del que la foto es una muestra de ellos.


En otra de las salas hay una selección de todo el material rodante que ha circulado por la línea a lo largo de su historia.


En las salas dedicadas a la construcción de la línea se exhibe el material con el que se hiceron los túneles, literalmente a pico y pala, por los algunos cientos de trabajadores que construyeron la línea. Muchas más curiosidades alberga este extenso museo que incluye también una tienda de recuerdos y libros ilustrados sobre este ferrocarril en muchos idiomas.

Tocaba ya volver a Myrdal para enlazar con el tren a Oslo y estaba también anocheciendo con el termómetro en caída libre.


El viaje de vuelta a Myrdal se hace muy corto y aquí vemos al tren que ya ha regresado. Habrá que esperar unos 15 minutos a la llega del tren Bergen-Oslo, con una sensación términa de -33º y un viento helado que incitaba a buscar refugio en la pequeña estación.


Al menos aquí dentro de estaba bien aunque había que estar abrigado. Mientras, se oyó llegar un tren de mercancías que se cruzaría con nuestro tren a Oslo.


Afortunadamente el tren llegó puntual. El mercante arrancó cuando ya estábamos subidos a nuestro tren y también iniciamos el viaje de vuelta con llegada a Oslo a las 22:35. Un día espectacular en un viaje que hacía años deseábamos hacer. (MAM)

_______________________________

Vídeos sobre la línea de Flåm

Desde la cabina de la locomotora


Desde uno de los coches de la composición



Algunos datos sobre la línea de Flåm

- Comienzo de la construcción: 1924
- Comienzo de la explotación: 15 de octubre de 1941
- Longitud: 20,2 km
- Origen de la línea: Myrdal, en el ferrocarril de Bergen
- Final de la línea: Flåm
- Número de estaciones: 11 (8 de ellas con sercicio comercial)
- Número de túneles: 20 (Longitud total: 5.692 metros)
- Pendiente máxima: 55 milésimas. Ferrocarril de vía estándar con mayor pendiente de Europa
- Tiempo de trayecto: 50-59 minutos
- Número de servicios: 4 por sentido en invierno y 10 por sentido en verano
- Ancho de vía: estándar, vía única. Radio mínimo de vía, 130 metros
- Electrificación: 15kV 16 2/3 Hz AC por catenaria
- Velocidad máxima de operación: 40 km/h sentido Myrdal; 30 km/h sentido Flåm
- Cota máxima: Myrdal (866 metros sobre el nivel del mar)
- Cota mínima: Flåm (2 metros sobre el nivel del mar)
- Condiciones de los billetes: Con Interrail, Eurail, Scandinavia Eurail Pass y Norway Pass tienen un descuento del 30%. Hay billetes combinados Oslo-Flåm tanto en un solo sentido como de ida y vuelta en el día. Niños desde 4 a 16 años, 50% de descuento
- Horarios hasta 31 de diciembre de 2017: Tabla de horarios en pdf
- Enlace para la compra de los billetes: Ferrocarriles noruegos NSB tickets (en inglés)
- El tren hace una parada de 5 minutos en Kjosfossen para tomar fotos de la cascada
- La estación de Flåm está junto al muelle de los ferries
- Otros: Se puede acceder al tren con bicicletas previo pago de 100 coronas noruegas. No lleva servicio de restauración. A la estación de Myrdal sólo se puede llegar por tren. El vestíbulo de la estación no tiene venta de billetes del tren. En el tren no se pueden comprar los billetes. En Flåm hay estación con venta de billetes.